Consejos para decorar una terraza pequeña.
Elige muebles versátiles y proporcionados al espacio, protégela con toldos, elige plantas y flores pequeñas y aprende a colocarlas para que amplíen visualmente el espacio. Te contamos unos cuantos trucos para que tu terraza, aunque pequeña, se vea espléndida.
Toma medidas y piensa en el uso
Lo primero que debes hacer es pensar qué función quieres darle a la terraza (si la utilizarás para tomar el sol, para comer al aire libre, para sentarte a leer...). Destina a esta función la mayor parte de la terraza o, incluso, su totalidad. Toma medidas y elige unos muebles que se adapten al espacio.
Deja libre el espacio central
Coloca los muebles y plantas pegados a la pared o la barandilla. Los muebles de obra, a medida, aprovechan mejor el espacio. Un banco de obra debe tener unos 40-45 cm de altura y unos 50-55 de ancho. Ten en cuenta que, para que sea más cómodo, deberás cubrirlo con colchonetas o cojines.
Unifica los materiales
Reviste muebles de obra, paredes y suelo con la misma madera para crear una estética unificada. Elige maderas resistentes como las tropicales (teca, ipé o iroco, desde 90 €/m2) o suelos técnicos (desde 60 €/m2) que parecen de madera, son impermeables y no necesitan mantenimiento. Las lamas deben colocarse en dirección al desagüe.
Muebles: ni uno de más
No abuses de los muebles, utilizar pocos te ayudará a ganar sensación de amplitud. Hay materiales, como el aluminio o la forja, que son visualmente más ligeros que la madera o el ratán. También debes elegir piezas de tamaño proporcional a la terraza. Una mesa o una tumbona demasiado grandes solo servirán para acentuar la falta de metros.
Aprovecha las paredes
A falta de metros, pueden servirte para almacenar. Puedes utilizar su superficie para colgar plantas, lámparas, objetos decorativos e, incluso, muebles plegables. Una original idea para disponer de un asiento o de una mesa hasta en los balcones más estrechos es fijar en ella unos tablones que se plieguen sobre la pared.
Flores pequeñas para terrazas mini
Contribuyen a que el espacio parezca más amplio. Es el caso del ceanothus, galán de noche, lantana camara... Elige siempre las plantas en función de la cantidad de sol que reciba la terraza. Si es soleada opta por geranios, petunias, rosas o zinnias. Y si es sombría, decántate por fucsias, hortensias, begonias, anémonas, prímulas o ciclamen.
Transforma los muros en paisaje
Cubre las paredes con trepadoras: ganarás frescor y profundidad. Coloca una celosía para que las enredaderas crezcan hacia arriba. Si eliges trepadoras aromáticas como jazmín, dipladenia o madreselva, además perfumarás la terraza. Para crear más profundidad, cubre la pared con plantas de hoja clara y pon delante plantas de hoja más oscura.
Crea un espacio de almacenaje
Al proyectar la decoración de la terraza te será muy útil incluir una zona de almacenaje como un miniarmario, un baúl o un banco con espacio bajo el asiento. Te servirá para guardar las herramientas de jardinería y mantener el orden y, en invierno o en días de lluvia, para guardar los cojines y otros textiles y evitar que se estropeen.
Crea una zona de sombra
El toldo más sencillo es el tipo telón (desde 300 €, 3 x 1,80 m) que cae en vertical sobre su eje y que puede fijarse a la barandilla. También puedes instalar uno de punto recto que se enrolla sobre brazos laterales (desde 360 €, 3 x 1 m), o de brazos invisibles (desde 500 €, 3 x 1,50 m) para que estos no molesten una vez extendidos.
Luz sí, pero sin excesos
Instala varios puntos de luz para poder disfrutar de la terraza también de noche. Los apliques ocupan poco espacio, pero no abuses de los vatios: una luz excesiva rompería el encanto. Una alternativa económica son las lámparas solares, que dan una luz tenue. Y no te olvides de las velas, además de crear una luz mágica, decorarán la mesa de exterior.
Un interior y exterior
Coordinar la decoración del interior de la casa con la de la terraza creará una prolongación visual de ambos espacios y hará que parezcan más grandes. Puedes conseguirlo utilizando muebles de un mismo estilo, un mismo tipo de pavimento (parquet dentro y tarima de madera fuera, por ejemplo) o textiles de una misma gama de color.
Ligeros, apilables y de doble función
Opta por muebles que puedan desempeñar varias funciones: ligeros para poder moverlos fácilmente; y apilables o plegables. Podrás sacarlos o recogerlos según la ocasión y te simplificarán la tarea de guardarlos en invierno.
Bancos como asientos
En las terrazas pequeñas o muy estrechas, donde apenas caben unas sillas pequeñas, una alternativa es colocar una bancada adosada a una de las paredes de la terraza. Obtendrás un lugar para sentarse, pero sin sobrecargar el espacio. Si es para un comedor de exterior, complétalo con taburetes que puedas guardar bajo la mesa cuando no los uses. Unos cojines de color vivo o con un estampado floral te ayudarán a convertirlo en un rincón más acogedor.
Y si tienes un balcón mínimo...
Y no cabe ningún mueble, puedes recrear la sensación de un espacio al aire libre si colocas dentro de casa, junto a la puerta del balcón, una mesa y un par de sillas de jardín, y creas cierta continuidad entre el exterior y el interior con colores o materiales similares. Al sentarte y abrir las puertas tendrás la impresión de estar en el exterior. No olvides crear un fondo verde. Coloca maceteros en la barandilla, con plantas que cuelguen unos centímetros, y ganarás frescor natural.
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